Usando componentes de tamaño nanométrico, unos investigadores han demostrado el funcionamiento de la primera rectena óptica, un dispositivo que combina las funciones de una antena y un rectificador para convertir luz directamente en corriente continua.Basadas en nanotubos de carbono de paredes múltiples y en diminutos rectificadores fabricados sobre ellos, las rectenas ópticas podrían proporcionar una nueva tecnología para fotodetectores que operarían sin la necesidad de refrigeración, recolectores de energía que convertirían el calor residual en electricidad, e incluso una nueva clase de dispositivos para capturar energía solar de forma eficiente.
En los nuevos aparatos, desarrollados por el equipo de Baratunde Cola, del Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech) en Estados Unidos, los nanotubos de carbono actúan como antenas para capturar luz emitida desde el Sol u otras fuentes. A medida que las ondas de luz llegan a las antenas de nanotubos, crean una carga oscilante que se mueve a través de los rectificadores. Estos conmutan con velocidades récord, del orden de los petahercios, creando una pequeña corriente continua.
Un conjunto de miles de millones de rectenas puede producir una corriente notable, aunque la eficiencia de los dispositivos demostrados hasta ahora permanece por debajo del 1 por ciento. Los investigadores esperan aumentar dicha eficiencia a través de técnicas de optimización, y creen que una rectena con potencial comercial podría estar disponible en el plazo de un año.
Cola cree que él y sus colaboradores podrían acabar construyendo células solares que sean el doble de eficientes a un coste que sea 10 veces más bajo. Eso podría cambiar el panorama energético mundial.
Fuente: Noticias de la ciencia